Historia de la Copa de la UEFA (XVII): el Inter de Milán logra su primer título mientras el Ajax de Amsterdam rompe la ‘hegemonía’ italiana

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Los jugadores del Inter de Milán Andreas Brehme, izquierda, y Lothar Mäthaus, derecha, sostienen el trofeo de vencedores de la Copa de la UEFA. Foto: Getty Images.

Tras los triunfos del Nápoles y de la Juventus de Turín, la Copa de la UEFA siguió un año más y por tercera vez consecutiva en manos de un equipo italiano. En esta ocasión, el Inter de Milán lograba adjudicarse su primer trofeo en esta competición y rompía una maldición: 26 años sin lograr adjudicarse un título europeo, exactamente los que distaban de aquella segunda Copa de Europa lograda bajo la tutela del ‘mago’ Helenio Herrera.

El éxito radicaba del año 1988 cuando se produjo un desembarco de los jugadores punteros de Alemania. Gran parte de ellos fueron a parar a las filas interistas para paliar el dominio del otro club de la capital lombarda en el que quedaba de manifiesto el peso específico de los jugadores holandeses. Así, aterrizaron Andreas Brehme, Lothar Matthäus y Jürgen Klinsmann quienes bajo la dirección de Giovanni Trapattoni llevaron al club interista a las máximas cotas.

Por segundo año consecutivo, la final de la Copa de la UEFA fue un asunto 100% italiana pues en ella se midieron dos equipos de este país: el Inter y la Roma. Los interistas rompieron el mal fario de la eliminatoria de las semifinales, ronda en la que durante la década de los años ochenta cayeron en varias ocasiones. En la primera ronda sufrieron lo indecible para eliminar al Rapid vienés. Tras perder en Austria por 2-1, el partido partido de vuelta disputado en Verona concluyó con idéntico resultado pero la eliminatoria quedó sentenciada en la prórroga gracias a un gol de Klinsmann. La segunda ronda también fue muy sufrida tras caer en el partido de ida por dos goles a cero ante los ingleses del Aston Villa pero en el partido de vuelta el Inter logró una victoria sin paliativos: 3-0 con goles de Klinsmann, Berti y Bianchi. Sin embargo, en las siguientes eliminatorias fundamentó su pase gracias a victorias contundentes en San Siro y empates lejos de su estadio. Así, doblegó en tercera ronda al Partizan de Belgrado (2-0; 1-1), en los cuartos de final a los ‘vecinos’ del Atalanta de Bérgamo (0-0; 2-0) y en las semifinales al Sporting portugués con idéntico marcador. En las tres eliminatorias el alemán Mathäus logró marcar al menos un tanto.

Por su parte, la Roma accedió a la final con menos sufrimiento y sin conocer la derrota en todo su periplo. Arrancó su clasificación eliminando al Benfica de Lisboa al que derrotó en ambos encuentros con idéntico resultado (1-0). La segunda ronda deparó una igualada eliminatoria con el Valencia CF, empatando en la ida disputada en Mestalla (1-1) gracias un gol de Rizzitelli, y venciendo por la mínima en la vuelta (2-1) con goles de Giannini y Völler. En la siguiente eliminatoria, la Roma se deshizó con gran solvencia del Girondins de Burdeos con un marcador global de 7-0, siendo Rudi Völler el más destacado con cuatro dianas. El alemán también fue el artífice del éxito en la ronda de los cuartos de final al anotar otros cuatro goles en la eliminatoria frente al Anderlecht belga. Los italianos doblegaron a los de Bruselas con un tanteo global de 6-2. Finalmente, en las semifinales doblegó al equipo revelación del torneo, el Brøndby IF danés, ante el que obtuvo un empate sin goles en la ida celebrada en Copenhague. Pero en el encuentro de vuelta, un nuevo tanto de Völler a falta de dos minutos para la conclusión evitó la sorpresa mayúscula (2-1).

El delantero alemán del AS Roma, Rudi Völler, centra el balón ante la oposición del defensor interista Giuseppe Bergomi.

El delantero alemán del AS Roma, Rudi Völler, centra el balón ante la oposición del defensor interista Giuseppe Bergomi.

El duelo de ida entre los equipos italianos del Inter de Milán y la Roma, fue la escuadra de Trapattoni la más ambiciosa y pudo lograr en los primeros 90 minutos medio billete para conquistar la Copa de la UEFA al derrotar al equipo romano por 2-0. El partido resultó bronco y áspero por las precauciones defensivas de ambos equipos, aunque estuvo repleto de emoción. El Inter fue el único que intentó hacer cosas interesantes, mientras la Roma se metió en su trinchera defensiva y se dedicó a achicar balones a pelotazo limpio. El Inter, incomodo por los pegajosos marcajes a los que le sometía la Roma, no tuvo demasiadas ideas para abrir el cerrojo de los romanos. La primera gran ocasión local y única de la primera mitad no llegó hasta el minuto 27, cuando el espigado Serena envió un balón rozando la escuadra.

La segunda mitad prosiguió por los mismos cauces hasta que el colegiado soviético Spirin, muy casero durante todo el encuentro, decretó un penalti más que dudoso contra la Roma en el minuto 56 por derribo de Berthold a Berti. Matthäus estableció el 1-0. El partido se animó algo más tras este gol, y quince minutos más tarde Berti, a centro de Klinsmann y tras fallos en cadena de los defensores romanos, batía a Cervone por segunda vez y establecía el 2-0. Todo el entramado defensivo de la Roma se vino abajo, y cuando intentó lanzarse al ataque lo hizo sin recursos y de forma descoordinada. El Inter, con el partido prácticamente resuelto, generó su mejor fútbol y estuvo a punto de ampliar el marcador.

Internazionale FC – AS Roma (2-0)
Miércoles, 8/05/1991 (20:30 h).
San Siro / Giuseppe Meazza (Milano): 69.000 espectadores.
Árbitro: Alexei Spirin (USSR). Amonestó a Serena (80′); Comi (57′), Aldair (65′) y Carboni (80′).
Goles: 1-0 Matthäus [pen.] 56′; 2-0 Berti 72′.

Internazionale FC: Walter Zenga; Antonio Paganin (Giuseppe Baresi 51’), Giuseppe Bergomi (capitán), Riccardo Ferri, Andreas Brehme; Alessandro Bianchi, Sergio Battistini, Lothar Matthäus, Nicola Berti; Jürgen Klinsmann, Aldo Serena (Fausto Pizzi 89’). Entrenador: Giovanni Trapattoni.

AS Roma: Giovanni Cervone; Antonio Tempestilli, Aldair Nascimento (Amedeo Carboni 75’), Sebastiano Nela, Antonio Comi (Roberto Muzzi 77’); Manuel Gerolin, Thomas Berthold, Fabrizio di Mauro, Giuseppe Giannini (capitán); Rudi Völler, Ruggiero Rizzitelli. Entrenador: Ottavio Bianchi.

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El alemán del Inter de Milán, Lothar Mathaus, dispara a portería ante la oposición de un defensa del AS Roma. Foto: Allsport.

El encuentro de vuelta de la final el Inter logró defender la renta lograda en la ida pero para lograrlo tuvo que sudar sangre y logró alzarse con la Copa de la UEFA. La Roma se lanzó al ataque desde el minuto inicial en busca de la remontada, aunque el entramado defensivo interista, y el muro infranqueable del guardameta Walter Zenga, lo impidieron. Rizzitelli, fue el primer jugador de la Roma que puso en peligro la portería del Inter, se escapó de su marcador Ferri y conectó un disparo que se estrelló en el exterior del poste. De nuevo fue Rizzitelli el que, elevándose por encima de los defensores interistas, remató por encima del larguero. Tras los primeros minutos de asedio romano, el Inter se asentó sobre el terreno de juego y desplegó un fútbol que buscaba la velocidad de sus extremos por las bandas. Klinsmann, a los catorce minutos, gozó de una buena ocasión para marcar, lo mismo que Bergomi y Matthäus poco después. La Roma seguía llevando el dominio en el juego pero lo realizaba más con el corazón que con la cabeza debido al estrecho marcaje de Berti sobre el capitán y alma del equipo romano, Giannini.

Tras el descanso, la Roma incrementó aún más su presión pero el Inter seguía mostrándose muy sólido en defensa. Hasta el propio Lothar Matthäus sacrificó su lucimiento personal para colaborar en labores defensivas como un obrero más. El postrero gol de Rizzitelli, a los ochenta y tres minutos, tras un tiro muy escorado desde el vértice del área pequeña, sirvió para que la Roma acosara de forma insistente a su rival hasta el último segundo, aunque sin éxito. Finalmente el Inter logró conquistar la Copa de la UEFA tras veintiséis años de sequía continental.

AS Roma – Internazionale FC (1-0)
Miércoles, 22/05/1991 (20:30 h).
Stadio Olimpico (Roma): 72.000 espectadores.
Árbitro: Joël Quiniou (FRA). Amonestó a Tempestilli (40′) y a Klinsmann (75′).
Goles: 1-0 (Rizzitelli 83′).

AS Roma: Giovanni Cervone; Antonio Tempestilli (Fausto Salsano 57’), Aldair Nascimento, Sebastiano Nela, Manuel Gerolin; Thomas Berthold, Stefano Desideri (Roberto Muzzi 70’), Fabrizio di Mauro, Giuseppe Giannini (capitán); Rudi Völler, Ruggiero Rizzitelli. Entrenador: Ottavio Bianchi.

Internazionale FC: Walter Zenga; Sergio Battistini, Giuseppe Bergomi (capitán), Riccardo Ferri, Andreas Brehme; Nicola Berti, Alessandro Bianchi, Lothar Matthäus, Antonio Paganin; Jürgen Klinsmann, Fausto Pizzi (Andrea Mandorlini 68’). Entrenador: Giovanni Trapattoni.

El entrenador del Ajax de Amsterdam, Louis van Gaal, lleva sobre sus hombros a un miembro del cuerpo técnico con la Copa de la UEFA recién conquistada.

El entrenador del Ajax de Amsterdam, Louis van Gaal, lleva sobre sus hombros a un miembro del cuerpo técnico con la Copa de la UEFA recién conquistada.

Por primera vez en cuatro temporadas un equipo no italiano, el Ajax de Amsterdam, dirigido por un innovador joven técnico Louis van Gaal logró evitar el póquer de triunfos para los equipos del ‘Calcio’. Los holandeses consiguen con este éxito la ‘triple Corona’, logrando todos los títulos europeos existentes: Copa de Europa, Recopa europea y Copa de la UEFA, tras la Juventus de Turín y una semana antes de lograrlo el FC Barcelona.

El Ajax vuelve nuevamente al cetro europeo tras el extraordinario equipo de la década de los años 70 gracias a las grandes actuaciones de sus nuevos valores de jugadores formados en su prolífica cantera como Bergkamp, Jonk, Winter, Van’t Schip, Roy o Kreek. Los holandeses iniciaron su camino hacia la final deshaciéndose con facilidad del Örebro sueco (4-0 en el marcador global), posteriormente del Rot-Weiß Erfurt de la Alemania Oriental (5-1 en el global) y en la tercera ronda al CA Osasuna de Pamplona al que derrotó en ambos partidos con idéntico resultado (1-0). El Ajax por sanción de la UEFA jugó sus partidos como local en campo neutral, en Düsseldorf (Alemania). La excelente marcha de los ‘tulipanes’ continuó eliminando al Gante belga (3-0 en el global) y al Génova en unas trepidantes semifinales al que batió en la ida en Italia por dos goles a tres y empató a un tanto en el partido de vuelta.

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Para no romper la pauta general de las pasadas ediciones de la Copa de la UEFA, un equipo italiano se presentó en la final, sin embargo no pudo hacer frente a uno de los grandes de Europa. Fue uno de los conjuntos más potentes de Europa antes de la creación de los torneos continentales, el Torino Calcio, obtuvo su momento glorioso y olvidó la tragedia área del 4 de mayo de 1949 en la basílica de Superga donde pereció tras un accidente todo el gran equipo campeón durante la década de los años 40. La clave del éxito fue la combinación de cuatro excepcionales jugadores en sus sistema ofensivo: el italiano Gianluigi Lentini, el belga Enzo Scifo, el español Martín Vázquez y el delantero brasileño Walter Casagrande.

En la primera ronda doblegó cómodamente al KR Reykjavik (8-1 en el cómputo global) y en la segunda al Boavista portugués (2-0). En la tercera ronda sufrió para eliminar al AEK de Atenas (3-2 en marcador global) y tuvo unos cuartos de final fáciles para vencer al B1903 danés al que derrotó en ambos partidos, 0-2 en la ida jugada en Copenhague y 1-0 en el encuentro de vuelta. El último escollo antes de la final era el Real Madrid ante el que obtuvo un esperanzador marcador en la partido de ida disputado en el Santiago Bernabéu. El Torino se adelantó con un gol de Casagrande pero los madrileños dieron la vuelta al marcador con tantos de Gica Hagi y Fernando Hierro. En la vuelta, un gol del brasileño Rocha en propia meta en los primeros minutos de juego dejo la eliminatoria muy franca para los italianos que sentenciaron el choque con un tanto de Luca Fusi en el minuto 77.

El jugador del Ajax de Amsterdam, Kreek, lanza a porteria ante la presencia del defensa del Torino.

El jugador del Ajax de Amsterdam, Kreek, lanza a portería ante la presencia del defensa del Torino, Enrico Annoni.

El Ajax logró un excelente resultado en el partido de ida de la final de la Copa de la UEFA jugado en el Estadio de los Alpes de Turín. Las jóvenes estrellas del Ajax de Louis van Gaal realizaron un magnífico partido, desde la defensa (donde Blind ordenó su parcela con maestría y Silooy y De Boer sujetaron a Lentini y Casagrande) hasta el ataque. A los catorce minutos, Jonk inauguró el marcador gracias a un potente disparo desde más de treinta metros que sorprendió a Marchegiani. El Torino tardó en recuperarse de este mazazo inicial ante la escasa aportación que hacían al juego Scifo y Martín Vázquez. En los últimos minutos de la primera parte , el equipo italiano reaccionó creando algunas ocasiones de gol. En la segunda mitad empató el Torino, en un disparo de Scifo desde el borde del área que rechazó Menzo y que Casagrande envió al fondo de las mallas. Poco después volvería a adelantarse el Ajax, al transformar Pettersson un penalti cometido por Benedetti sobre Bergkamp. No obstante, un último esfuerzo del Torino le permitió nivelar de nuevo el marcador, con un nuevo gol de Casagrande, y mantener aún la ilusión de cara al encuentro de vuelta.

Torino Calcio – AFC Ajax (2-2)
Miércoles, 29/04/1992 (20:30 h).
Stadio delle Alpi (Torino): 65.377.
Árbitro: Joseph Worrall (ENG). Amonestó a Bruno (28′) y Annoni (79′).
Goles: 0-1 Jonk 14′; 1-1 Casagrande 62′; 1-2 Pettersson [pen.] 75′; 2-2 Casagrande 84′.

Torino Calcio: Luca Marchegiani; Pasquale Bruno, Enrico Annoni, Roberto Cravero (capitán) (Giorgio Bresciani 80’), Roberto Mussi (Gianluca Sordo 83’); Silvano Benedetti, Vincenzo Scifo, Rafael Martín Vázquez, Giorgio Venturin; Gianluigi Lentini, Walter Júnior Casagrande. Entrenador: Emiliano Mondonico.

AFC Ajax: Stanley Menzo; Sonny Silooy, Danny Blind (capitán), Wim Jonk, Frank de Boer; Aron Winter, Michel Kreek, Dennis Nicolaas Bergkamp; John van ‘t Schip, Stefan Pettersson, Brian Roy (Alfons Groenendijk 83’). Entrenador: Louis van Gaal.

El centrocampista del AFC Ajax, Aaron Winter, supera en velocidad la resistencia de la linea medular del Torino Calcio.

El centrocampista del AFC Ajax, Aaron Winter, supera en velocidad la resistencia de la línea medular del Torino Calcio.

El Ajax se adjudicó el único título que le quedaba de las competiciones europeas de clubes tras superar en la final al Torino por el valor doble de los goles en campo contrario. La baja de Bergkamp por una inoportuna gripe trastocó bastante los planes de van Gaal para el partido de vuelta de la final de la Copa de la UEFA. Tras un periodo de estudio por ambas escuadras, se produjo el primer disparo a puerta en el minuto 23, aunque seguidamente se sucedieron varias ocasiones. Un cabezazo de Pettersson fue salvado en la misma línea de gol por Fusi, e instantes después un disparo cruzado del habilidoso Roy lo envió a córner Marchegiani. La réplica del Torino vino un minuto después, cuando una internada de Lentini permitió a Casagrande rematar al poste ante la mirada de un Menzo que se había quedado clavado.

En la segunda mitad, Mondonico introdujo los dos cambios que tenía planeados para jugárselo todo a una carta: Sordo sustituyó a Cravero y poco después Bresciani hizo lo propio con Scifo. A medida que transcurría el tiempo, el Toro fue volcándose cada vez más sobre el área holandesa, lo que permitía al Ajax salir rápidamente al contragolpe. De nuevo la suerte se alió con los holandeses en un chut de Mussi que, tras tocar en un defensa, se estrelló en el poste de la portería de Menzo. Incluso en el último minuto la Copa de la UEFA pudo haber viajado a Italia, cuando un disparo a la media vuelta de Sordo se estrelló en el larguero. Al final, empate en el partido de vuelta y victoria del Ajax en el global de la eliminatoria gracias a su actuación dos semanas antes en Turín.

AFC Ajax – Torino Calcio (0-0)
Miércoles, 13/05/1992 (20:30 h).
Olympisch Stadion (Amsterdam): 40.000 espectadores.
Árbitro: Zoran Petrović (YUG). Amonestó a Silooy (34′); Casagrande (29′) y Sordo (90′).

AFC Ajax: Stanley Menzo; Sonny Silooy, Danny Blind (capitán), Frank de Boer; Rob Alflen, Aron Winter, Wim Jonk, Michel Kreek (Marciano Vink 80’); John van ‘t Schip, Stefan Pettersson, Brian Roy (John van Loen 64’). Entrenador: Louis van Gaal.

Torino Calcio: Luca Marchegiani; Roberto Mussi, Silvano Benedetti, Roberto Cravero (capitán) (Gianluca Sordo 56’), Roberto Policano; Rafael Martín Vázquez, Luca Fusi, Vincenzo Scifo (Giorgio Bresciani 60’), Giorgio Venturin; Gianluigi Lentini, Walter Júnior Casagrande. Entrenador: Emiliano Mondonico.

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