Historia de la Copa de la UEFA (XX): el Inter de Milán y el Parma devuelven la hegemonía a Italia

Jugadores del Inter de Milán alzan el trofeo de campeones de la Copa de la UEFA sobre el césped del Parque de los Principes parisino.

Jugadores del Inter de Milán alzan el trofeo de campeones de la Copa de la UEFA sobre el césped del Parque de los Principes parisino.

Por primera vez en su historia, la final de la Copa de la UEFA se celebraba a partido único, y en esta ocasión el título se decidió nuevamente entre dos equipos italianos. En París el Inter volvió a salvar una pobre temporada derrotando con claridad al Lazio, que notó en exceso la ausencia de su goleador Alen Bokšić en el último partido. El Inter logró con este triunfo igualar a la Juventus de Turín en títulos conseguidos en esta competición: tres trofeos.

Los interistas confeccionaron aquella temporada un bloque homegéneo y multinacional: en su once titular era habitual la presencia de los nigerianos West y Kanu, de los argentinos Zanetti y Simeone, del holandés Winter, los franceses Djorkaeff y Cauet, del chileno Zamorano, del uruguayo Recoba y de los brasileños Zé Elías y Ronaldo. El delantero carioca llegó al Inter de Milán tras abandonar el FC Barcelona harto de las promesas incumplidas por el entonces presidente Josep Lluis Núñez, que le había prometido un considerable incremento de su sueldo. Ronaldo ejerció su papel de estrella en su nuevo equipo dándole un nuevo título continental.

Por su parte, la Lazio siguió experimentando un auge considerable en el terreno europeo gracias a las inversiones millonarias de su presidente Cragnotti. Bajo la dirección del experimentado técnico sueco Sven-Göran Eriksson, el cuadro lacial alcanzó esta temporada la final de la UEFA siendo una antesala de su próximo éxito, un año después vencería en la Recopa de Europa de 1999. El Lazio poseía un equipo plagado de jugadores estrella combinado con jugadores veteranos. Quizá su falta de experiencia en partidos importantes les impidió adjudicarse la UEFA.

El Inter de Milán arrancó la competición doblegando con facilidad en la primera ronda al Neuchâtel Xamax suizo, al que venció en ambos encuentros con idéntico marcador (2-0). En la segunda ronda sufre un serio revés al perder en la ida ante el Olympique de Lyon por 1-2, sin embargo los interistas se resarcen en terreno galo y dan vuelta a la eliminatoria venciendo por 1-3 con dos goles de  Moriero y uno del galo Cauet. En la tercera ronda otro equipo francés pone contra las cuerdas a los interistas. El Racing Club de Estrasburgo vence en la ida (2-0) con tantos de Baticle e Ismaël en el primer cuarto de hora de partido, sin embargo, logran superar la eliminatoria al vencer en el encuentro de vuelta (3-0) gracias a los tantos de Ronaldo, Zanetti y Simeone. Los cuartos de final deparan una reedición de la final de la temporada pasada ante el Schalke 04 alemán. El Inter vence en su feudo por la mínima gracias a un gol de Ronaldo pero en el partido de vuelta los alemanes empatan la eliminatoria con un gol de Goossens en el descuento. Un gol en la prórroga del nigeriano Taribo West da el pase a las semifinales a los italianos donde se encuentran al sorprendente Spartak de Moscú. Tras dos encuentros muy sufridos, los interistas vencen ambos partidos con idéntico resultado (2-1) siendo claves los goles de Zé Elías en el descuento de la ida disputada en San Siro como los dos tantos de Ronaldo en Moscú.

Por su parte, el Lazio tuvo un inicio cómodo al superar al Vitória de Guimarães por un cómputo global de 6-1 y vencer al Rotor Volvogrado ruso gracias a la victoria en la vuelta disputada en Roma por 3 goles a 0. En la tercera ronda el Rapid de Viena es eliminado por un global de 3-0, logrando el Lazio vencer en ambas contiendas. En los cuartos de final se deshace del Auxerre galo con alguna dificultad, tras vencer en el partido de ida en el Olímpico romano por la mínima gracias a un gol de Pierluigi Casiraghi en la vuelta unos primeros minutos de ensueño permiten a los laciales marcar dos goles providenciales de Mancini de penalti y de Gottardi. Posteriormente, llegó la reacción gala con dos goles de Guivarc’h que fueron insuficientes. En las semifinales se muestran superiores a un inoperante Atlético de Madrid aunque la eliminatoria se decide por un único gol que marca Jugović en e encuentro de ida disputado en el Vicente Calderón.

El centrocampista del Inter de Milán Aron Winter (izquierda) pugna por un balón con el jugador del Lazio Pavel Nedved. Foto: Electronic Image.

El centrocampista del Inter de Milán Aron Winter (izquierda) pugna por un balón con el jugador del Lazio Pavel Nedved. Foto: Electronic Image.

El partido se puso muy pronto de cara para los interistas, ya que apenas habían transcurrido cinco minutos cuando el ‘Cholo’ Simeone envió una milimétrica asistencia hacia Zamorano y el delantero chileno logró batir a Marchegiani en su titubeante salida. A partir de ese momento el dominio fue lacial y el Inter se replegó en defensa para aguantar las acometidas de su rival. Los zagueros interistas supieron detener sin excesivos problemas las acometidas por las bandas para que Fuser y Nedvěd, habituales generadores de juego en el Lazio, no encontraran facilidades. Zanetti, Simeone y Winter se emplearon a destajo para neutralizar la conexión entre el centro del campo romano y el dueto atacante Mancini-Casiraghi, huérfanos durante todo el primer tiempo de balones francos. Pese a que el dominio correspondía a los celestes, las ocasiones más claras eran del Inter. A la contra, Ronaldo y compañía se encontraban como pez en el agua y disponían de grandes espacios para llegar con peligro a la meta romana. Djorkaeff pudo haber establecido el 2-0 antes del descanso, pero un potente derechazo del francés se estrelló en el travesaño de la portería defendida por Marchegiani.

En el segundo tiempo, el partido continuó por los mismos derroteros: un Lazio que buscaba desesperadamente la igualada y un Inter que se defendía con orden y que contraatacaba con peligro. El primer aviso interista llegó en un remate de Zamorano que también repelió la madera, y poco después Zanetti enganchó un terrible zapatazo que se coló como una exhalación por la escuadra. El partido quedó ya prácticamente sentenciado y todo fue coser y cantar para el Inter, que dio el golpe de gracia al Lazio en una escapada de Ronaldo que partió en dudosa posición, dribla al portero Marchegiani con una finta y remata a puerta vacía.

Internazionale FC – SS Lazio (3-0)
Miércoles, 6/05/1998 (20:45 h).
Parc des Princes (Paris): 44.412 espectadores.
Árbitro: Antonio Jesús López Nieto (SPA). Amonestó a Fresi (18′), Zanetti (63′), Jugović (59′), Almeyda (62′ y 89′) y Negro (73′). Expulsó a West (min. 82) y a Almeyda (min. 89).
Goles:
1-0 Zamorano 5′; 2-0 Zanetti 60′; 3-0 Ronaldo 70′.

Internazionale FC: Gianluca Pagliuca (capitán); Salvatore Fresi, Taribo West, Francesco Colonnese, Javier Adelmar Zanetti; Aron Winter (Benoît Cauet 69’), Diego Pablo Simeone, Youri Djorkaeff (Francesco Moriero 69’), José Elias Moedim ‘Zé Elias’; Ronaldo Luiz Nazário, Iván Luis Zamorano (Luigi Sartor 72’). Entrenador: Luigi Simoni.

SS Lazio: Luca Marchegiani; Alessandro Grandoni (Guerino Gottardi 55’), Alessandro Nesta, Paolo Negro, Giuseppe Favalli; Diego Fuser (capitán), Giorgio Venturin (Matías Jesús Almeyda 49’), Vladimir Jugović, Pavel Nedvěd; Roberto Mancini, Pierluigi Casiraghi. Entrenador: Sven-Göran Eriksson.

El capitán del Parma AC, Nestor Sensini, besa el trofeo de campeón de la Copa de la UEFA rodeado por sus compañeros de equipo. Foto: AP Photo.

El capitán del Parma AC, Nestor Sensini, besa el trofeo de campeón de la Copa de la UEFA rodeado por sus compañeros de equipo. Foto: AP Photo.

El Parma italiano se adjudicó la última Copa de la UEFA del siglo XX al derrotar al Olympique de Marsella y lograba su segundo entorchado en esta competición continental. Los marselleses evitaron una nueva final entre equipos italianos al derrotar al Bolonia en una semifinal que concluyó en una tumultuosa pelea. Lamentablemente éste no fue el único lunar en una edición muy convulsa. El Glasgow Rangers y el Shelbourne jugaron el partido de ida de su eliminatoria en Prenton Park, feudo del Tranmere Rovers FC en Birkenhead (Inglaterra), por miedo a incidentes entre sus aficiones. La Fiorentina perdió su eliminatoria ante el Grasshoppers suizo por sanción de la UEFA tras alcanzar un artefacto explosivo de fabricación casera al cuarto árbitro, el belga Philippe Flament, lanzado por un aficionado de Salerno, ciudad en la que el club toscano disputaba su segundo partido de sanción tras clausurarse el Artemio Franchi por incidentes en las semifinales de la Recopa de 1997 ante el FC Barcelona. Y finalmente Aitor Zabaleta era asesinado antes del partido de vuelta de la eliminatoria entre el Atlético de Madrid y la Real Sociedad de San Sebastián.

El Parma, con una numerosa plantilla muy compensada en todas sus líneas, respondió a las expectativas creadas y se plantó en la final. Su primer rival fue el Fenerbahce turco el cual derrotó a los parmesanos en ida (1-0) gracias un tanto del rumano Moldovan, sin embargo en la vuelta vencen los italianos con un marcador agónico (3-1). En la segunda ronda superan al Wisla de Cracovia con otro ajustado marcador (3-2 en el cómputo global) y en la tercera ronda eliminan al Glasgow Rangers. Tras lograr un empate a un gol en Escocia, en el partido de vuelta llega una reacción del Parma para vencer por tres goles a uno. En los cuartos de final conoce su segunda derrota en la competición en su visita al feudo del Girondins de Burdeos donde pierde por dos goles a uno. Micoud y Wiltord logran los goles franceses mientras que Crespo consigue el único gol italiano. Sin embargo, en el partido de vuelta llega un goleadora reacción. El Parma vence por 6-0 al Girondins, con dos goles de Chiesa y Crespo mientras que Verón y Balbo logran uno respectivamente. Finalmente, en las semifinales, doblegan al Atlético de Madrid al que derrotan en la ida en la capital de España (1-3) gracias a los tantos de Enrico Chiesa (2) y Hernán Crespo, y vuelven a vencerlo en el Ennio Tardini por 2-1, siendo Abel Balbo y Enrico Chiesa sus goleadores.

Imagen de los incidentes ocurridos a la conclusión del partido de vuelta de la semifinal entre el Bolonia y el Olympique de Marsella. Foto: AP Photo.

Imagen de los incidentes ocurridos a la conclusión del partido de vuelta de la semifinal entre el Bolonia y el Olympique de Marsella. Foto: AP Photo.

Por su parte, el Olympique de Marsella regresaba seis años después a una final continental tras superar el escándalo de la compra del partido ante el Valenciennes protagonizado por su presidente Bernard Tapie y su jugador Jean-Jacques Eydelie. Bajo el liderazgo del propietario de Adidas, Robert Louis-Dreyfus, edificó para la temporada de su centenario a un equipo repleto de estrellas como Robert Pirès, Florian Maurice y Christophe Dugarry, concluyendo en la segunda posición de la liga gala por detrás del Girondins de Burdeos. Inició su andadura en la UEFA empatando a dos tantos ante los checos del Sigma Olomouc y sentenciar la eliminatoria en la vuelta en su estadio venciendo por 4 goles a 0. En la segunda ronda sufrió para doblegar al Werder Bremen logrando empatar en Alemania (1-1) con gol de Maurice y vencer en el Velodrome por la mínima (3-2). En la tercera ronda fue emparejado con sus vecinos del Mónaco con el que logran empatar (2-2) en la ida disputada en el Principado con goles de Pirès y Camara para vencer por la mínima (1-0) en la vuelta gracias al gol de Camara. En los cuartos de final elimina al Celta de Vigo al cual vence (2-1) en la ida celebrada en Marsella y le sirve para acceder a las semifinales ya que en Balaídos el partido concluye con un empate sin goles. En la semifinal y tras concluir la ida en Marsella con empate sin goles, otro empate en este caso a un tanto permitía acceder a la final a los marselles. Tras adelantarse en el marcador el equipo italiano con un gol de Paramatti, el Olympique conseguía el empate gracias a un penalti transformado por Laurent Blanc en el minuto 86 tras una falta cometida sobre Maurice. Tras el pitido final, los aficionados locales arrojaron cohetes y naranjas a los jugadores del Marsella que replicaron con gestos burlescos. En ese momento, el defensa del Bolonia Mangone propinó un puñetazo que derivó en una monumental refriega. Días más tarde la UEFA sancionó a los franceses Dugarry y Jambay con 5 y 4 partidos de suspensión así como a los italianos Mangone con cinco partidos, Marocchi con cuatro por una brutal entrada en los instantes finales del partido y a Maini con tres encuentros de sanción además de cuantiosas multas económicas a ambos clubes.

Antes de que el balón echase a rodar en la capital rusa sucedió la anécdota de esta final. Las autoridades rusas habían trabajado arduamente para que todo saliese a la perfección sin embargo unas nubes amenazaban con descargar lluvia durante aquella tarde. Ante esta posibilidad de precipitación que desluciese el partido, el alcalde de Moscú, Yurij Luzhkov, ordenó al Servicio de Metereología limpiar el cielo de la capital de Rusia. Así, cuatro horas antes de comenzar la final un grupo de aeronaves y helicópteros bombardearon las amenazantes nubes con sustancias reactivas que evitaron la presencia de la lluvia durante la final.

El jugador del Olympique de Marsella, izquierda, protege el balón ante la presión del centrocampista argentino del Parma Juan Sebastián Verón. Foto: AP Photo.

El jugador del Olympique de Marsella Cyril Domoraud, izquierda, protege el balón ante la presión del centrocampista argentino del Parma Juan Sebastián Verón. Foto: AP Photo.

Con más facilidad de la esperada conquistó el Parma su segunda Copa de la UEFA ante el Olympique de Marsella que contaba con las bajas por sanción de Dugarry, Jambay, Gallas, Luccin y Ravanelli. Los dos goles de los parmesanos en el primer tiempo, casi sin solución de continuidad, dejaron prácticamente noqueado a un equipo francés que comenzó el partido intentando controlar el centro del campo, aunque el juego resultó bastante equilibrado.

A los veintiséis minutos, una cesión fallida de Laurent Blanc a su portero es aprovechada por Hernán Crespo para elevar el balón por encima de Porato e inaugurar el marcador. Apenas nueve minutos más tarde es Vanoli el que remata de cabeza un centro desde la derecha y logra el 2-0 para el Parma. Con este resultado, la segunda mitad se presentaba a vida o muerte para el Olympique. Pese a disfrutar de una mayor posesión de balón, el Parma acababa siempre por imponerse debido a su mejor posición en el campo. El tercer gol de Chiesa, de hermosa ejecución, selló definitivamente la suerte del partido. La Copa de la UEFA volvía a viajar a Italia, o mejor dicho, el trofeo no salía del territorio italiano.

AC Parma – Olympique de Marseille (3-0)
Miércoles, 12/05/1999 (20:00 h).
Luzhniki (Moskva): 61.000 espectadores.
Árbitro: Hugh Dallas (SCO). Amonestó a Asprilla y a Blondeau.
Goles: 1-0 H. Crespo 26′; 2-0 Vanoli 35′; 3-0 Chiesa 55′.

AC Parma: Gianluigi Buffon; Lilian Thuram, Roberto Néstor Sensini (capitán), Fabio Cannavaro; Diego Fuser, Dino Baggio, Alain Boghossian, Paolo Vanoli, Juan Sebastián Verón (Stefano Fiore 77’); Enrico Chiesa (Abel Eduardo Balbo 73’), Hernán Jorge Crespo (Faustino Hernán Asprilla 84’). Entrenador: Alberto Malesani.

Olympique de Marseille: Stéphane Porato; Patrick Blondeau, Pierre Issa, Laurent Blanc (capitán), Cyril Domoraud, Édson da Silva (Aboubakar ‘Titi’ Camara 46’); Frédéric Brando, Daniel Bravo, Jocelyn Gourvennec, Robert Pirès; Florian Maurice. Entrenador: Rolland Courbis.

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